Mal de altura: 5 tips para evitarlo en tu viaje

Muchos relacionan el mal de altura con el alpinismo, explorar montañas o andar en parapente. Pero lo cierto es que no es necesario practicar algún tipo de deporte de montaña para experimentar esta enfermedad. Muchos destinos turísticos como Cusco (Perú), la ruta al Salar de Ayuni (Bolivia), Quito (Ecuador) o Leh (India) están ubicadas en zonas altas.

Por lo que caminar en estos sitios puede dejarte cansado, con falta de oxígeno, mareado, con náuseas, dolor de cabeza, insomnio o sin apetito. Algunas personas son más sensibles que otras y en muchas ocasiones, no todos experimentan el mal de altura de la misma forma. La reacción va a depender del estado físico de cada quien. 

Seguramente te estarás preguntando: “¿Por qué mi cuerpo reacciona de esa forma?” “¿Cuál es la causa?”.

El mal agudo de montaña o también conocido coloquialmente como mal de páramo, se da cuando se visitan lugares altos y los pulmones no pueden transportar suficiente cantidad de oxígeno a la sangre. Y los síntomas comienzan a experimentarse al estar a partir de los 2.500 - 3.000 metros por sobre el nivel del mar, incluso, hay personas que comienzan a sufrirlo en niveles menores.

Una de las principales razones también se debe a que la persona no está acostumbrada a vivir en zonas altas. Por ejemplo, si vives en Cancún  y en menos de dos días estás en Cusco, es posible que los efectos comiencen a afectarte en cuestión de horas.

Aunque ya sabes esto, no tienes de qué preocuparte. Porque existen formas sencillas que puedes aplicar para evitarlo. De esta manera, podrás disfrutar de los mejores paisajes y destinos que siempre quisiste visitar.

Por eso, para evitarlo puedes sentarte cómodamente, tomar nota y seguir los siguientes pasos:

1. No caigas en pánico

Los síntomas del mal de altura tardan entre 6 o 10 horas en aparecer. Así que durante el primer o segundo día de tu estadía, se recomienda no hacer mucho esfuerzo físico y esperar que el proceso de aclimatación haga su efecto.

Caminatas lentas o cortas, además de mantener la calma, te ayudarán a que tu cuerpo se acostumbre a las condiciones geográficas. Por lo general, toma entre 2 o 3 días adaptarse. Ten paciencia y relájate.

2. Mantente hidratado

En la mayoría de estos lugares hace frío y es posible que no te provoque tomar agua tan seguido, pero en este caso, debes obligarte a hacerlo aunque sea tomarla con frecuencia en pocas cantidades. De igual forma, las sopas, los jugos o infusiones son grandes aliados. Eso sí: evita el alcohol o las bebidas gaseosas. O al menos, trata de consumirlas en pocas cantidades, hasta una copa de vino es suficiente.

3. Ten un kit de emergencias a mano

En tu botiquín puedes incluir medicamentos como ibuprofeno para aliviar el dolor de cabeza, acetazolamida para controlar la disnea, somnolencia, fatiga y mareos. Antes de tomar dichos medicamentos, te sugerimos que lo consultes con un médico a través de nuestro servicio de Telemedicina disponible en todos nuestros planes. También las gomitas dulces o barras energéticas pueden ayudarte a mantener tu resistencia, además del bloqueador solar.

4. Protege tu piel

De acuerdo con el Colegio de Ópticos de la Comunitat Valenciana, la radiación solar incrementa el 15% por cada mil metros de altura. Por lo tanto, si no proteges tu piel puedes tener graves quemaduras. De la misma manera, debes proteger tus ojos de los rayos UVB. Por eso, lo recomendable es usar protector solar, ropa abrigada y lentes de sol, preferiblemente de color marrón o verde para evitar dolores de cabeza o cansancio ocular.

5. Consume alimentos ligeros

A pesar de que puedas perder el apetito, es necesario comer ligero para mantener la fuerza a través de las vitaminas y nutrientes de los alimentos. De igual manera, evita el consumo de carnes rojas o comidas pesadas, pues el proceso de digestión hace que tu cuerpo gaste más oxígeno. Las papas, legumbres, vegetales, arroz o pasta son excelentes opciones que puedes incluir en tu dieta

Otras recomendaciones que también debes tener en cuenta…

Como lo mencionamos al principio, los síntomas del mal de altura varían entre cada persona. También algunas personas experimentan hinchazón en las manos, pies y cara, aumento del ritmo cardíaco, dificultad para ver, caminar e incluso, pérdida del conocimiento. 

Por otra parte, las consecuencias más graves pueden causar edema pulmonar de altitud y el edema cerebral de altitud. 

Si a pesar de cumplir con el tratamiento no consigues ninguna mejoría, lo más recomendable es descansar, dejar de ascender y buscar ayuda médica. En este caso, en Priority Assist podemos brindarte una atención personalizada, rápida y directa. 

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